Una pregunta muy frecuente que se nos viene a la mente cuando se trata de la sexualidad en Japón, es si en la sociedad nipona el sexo es tabú.
Japón es una sociedad tradicional en la cual este tema en particular pareciera tener dos caras. Por un lado, no se habla abiertamente sobre sexo y, por el otro, es una cultura plagada de referencias y contenido sexual por doquier. Esto se aprecia fácilmente en el anime, el manga, en producciones cuyo contenido es para mayores de 18 y en la misma industria del sexo en Japón, la que, por cierto, es lejos una de las más innovadoras del mundo.
En este artículo desvelaremos los secretos sobre este tema. No dejes de leer lo que tenemos preparado para ti.
¿El sexo o la sexualidad son tabú en Japón?
Puede que más de una vez se hayan hecho esta pregunta, porque la relación entre Japón y el sexo es muy cercana, pero también es tema sobre el cual no se habla explícitamente. Sin embargo, lo cierto es que en Japón el sexo no es un tabú.
La razón es que la religión oficial de Japón, el shinto o sintoísmo, no hace alusión alguna al sexo como un tabú, es más, se dice que la pareja de la creación (Izanagi e Izanami), le dio vida a gran parte de los archipiélagos que componen Japón por medio del coito.
En conclusión, una de las razones por las cuales el sexo en Japón no es tabú se debe a que su propia religión no lo considera como tal.
Entonces, ¿por qué no se habla abiertamente sobre sexo?
Japón es una sociedad reconocida por respetar la intimidad de cada individuo, por ende, también la sexualidad y las prácticas sexuales. Existe mucho contenido sexual y opciones para todos los gustos, no obstante, eso no quiere decir que se deba hablar abiertamente de ello.
Además, cabe considerar que la sociedad japonesa separa los temas públicos y privados. Esto no solo aplica sobre la sexualidad, sino que es muy normal diferenciar la vida del hogar que se considera privada y la vida que se tiene en público. De este modo, el sexo es un tema privado. En términos sencillos, no importa cómo, cuándo, dónde, con quién y qué hagas, siempre y cuando se mantenga en privado.
Lo anterior es válido tanto para las relaciones amorosas y los vínculos sexuales que las personas puedan establecer de forma definida, o incluso, para aquellas personas que deciden optar por algún servicio específico (más adelante hablaremos sobre este punto).
Así que recuerden, el sexo no es un tabú, sino que es un tema privado.
Relaciones sociales y prácticas individuales
Hay una problemática social que últimamente ha estado afectando a la sociedad japonesa y que de seguro has oído hablar. Cada vez hay menos interés en entablar vínculos amorosos y las personas prefieren tener encuentros casuales en lugar de una relación estable.
La causa de esto se debe a que en Japón el rol tradicional del hombre y de la mujer aún están muy marcados.
El hombre tiene el rol público y es quien, eventualmente, deberá convertirse en el padre de familia y aportar con el sustento económico del hogar. Al contrario, la mujer tiene el rol privado, por lo que deberá convertirse en la madre y esposa que se quedará en el hogar mientras el hombre sale a trabajar. En ambos casos, se establece los 25 años como una edad límite para contraer matrimonio y formar una familia.
Lo anterior supone una gran responsabilidad que las personas jóvenes ya no están interesadas en cumplir.
Obligación vs. deseo
Pero ¿cómo esto se relaciona con la sexualidad? – Muy sencillo. Un encuentro o una cita, por casual que sea, inmediatamente se traduce en la posibilidad de consolidar una relación seria. Cuando esto sucede, será obligación del hombre y la mujer cumplir con el rol establecido, por lo que ahora, la juventud no se ve interesada en relacionarse amorosamente con nadie por el peso futuro que esto podría significar.
Es así como han aparecido diferentes opciones para satisfacer las necesidades personales de cada quien. Frente a esta situación, es mucho más sencillo optar por un servicio que pueda ofrecerles a las personas lo que buscan, sin necesidad de una conexión más profunda.
En estos casos, no hablamos únicamente de satisfacción y deseo sexual, sino que también está la opción de servicios de compañía. Existen servicios especializados a los que se puede llamar y solicitar la presencia de una persona para tomar un café o comer algo, sin la necesidad de incurrir en el coito.
De esta manera, las prácticas individuales se han vuelto más frecuentes y satisfactorias para la sociedad nipona.
La industria del sexo en Japón
El país del sol naciente es, sin duda, el más ingenioso en cuanto a prácticas sexuales se trata. No solo cuenta con una gran variedad de juguetes sexuales innovadores, sino que también con una gran cantidad de servicios o locales en los que se puede disfrutar diferentes experiencias que buscan satisfacer las necesidades de la clientela.
Por ejemplo, existen los salones de masaje erótico, Pink Salon, que son lugares especializados en el sexo oral, o las famosas casas de baño, Soapland, en cuyo interior ocurre absolutamente de todo. A pesar de la gran cantidad y variedad de sitios que existen, éstos tienen algo en común y es que, si bien se paga por un servicio específico, lo que pase adentro, corresponda o no a dicho servicio, es cosa de cada quien.
La mayoría de estos negocios son manejados por la Yakuza (la mafia japonesa). Probablemente se preguntarán si existen leyes para regular estos sitios y, en efecto, las hay. La policía incluso tiene conocimientos de estos lugares, pero insistimos en la idea de que mientras lo que ocurra adentro no altere el orden público, todo está permitido.
También cabe añadir que esta industria produce un alto ingreso económico a nivel país, por lo que tampoco existe demasiado interés en una regulación más estricta.
Ahora bien, no es de extrañar que la sociedad nipona no se muestre espantada frente a ciertos fetiches, ya que el sexo y sus prácticas están completamente normalizados en Japón debido a su herencia histórica, de la cual hablaremos a continuación.
La sexualidad en Tokugawa (1600-1868)
Tal vez pueda parecer que la forma en que los japoneses viven su sexualidad se trata de un tema moderno, pero no lo es. Antiguamente, tanto la sexualidad y sus prácticas eran mucho más abiertas de lo que son en la actualidad. ¿Pueden imaginarlo?
Aunque esta temática recorre toda la historia de Japón, es en la Era Tokugawa (1600-1868) donde adquiere mayor relevancia. En estos años, los cuerpos masculinos y femeninos no eran un tema tabú y en los baños públicos podía ocurrir de todo.
También existían los barrios rojos de Shimabara y de Yoshiwara, los más famosos a lo largo de la historia nipona. En ambos se realizaba una amplia gama de servicios y la prostitución masculina y femenina era algo sumamente habitual. A su vez, existían las casas de té donde se encontraban las Geishas y actores del teatro Kabuki que ofrecían servicios sexuales o de compañía, aunque era menos frecuente. Todo dependía del cliente.
Shunga: ukiyo-e erótico
El hentai pareciera ser algo sumamente actual, pero es algo que lleva años existiendo, solo que en otro formato y con otro nombre.
Lo que hoy conocemos como manga, antiguamente era ukiyo-e. El ukiyo-e es un arte tradicional japonés en el que se realizan grabados de madera, los cuales se pintan y luego se estampan en papel. Es un arte con técnicas y herramientas muy definidas que aún podemos encontrar en la actualidad, pues aún hay maestros de ukiyo-e.
Respecto a los estampados y diseños, abarcaban desde paisajes hasta estampados totalmente escalofriantes. En esta variedad también nos encontramos con una vertiente erótica conocida como shunga.
Shunga significa imagen de primavera. En Japón, la palabra primavera hace referencia a la fertilidad y florecimiento, por lo que se utiliza con frecuencia como eufemismo para hablar de sexo.
Dentro del shunga encontramos todo tipo de representaciones eróticas con parejas heterosexuales y homosexuales (hombres y mujeres), pues estos temas tampoco eran un tabú para Japón. Incluso podemos encontrar ukiyo-e en donde las mujeres están en compañía de animales que las satisfacen, por ende, cuando hablamos de fetiches en Japón, podemos asegurar que no se trata de un tema reciente.
Los pechos femeninos no se exageraban en el shunga, a diferencia de los genitales femeninos y masculinos que sí se exacerbaban en este tipo de grabados.
Censura y modernización de la sexualidad en Japón
El mundo de Tokugawa y sus libertades sexuales llegaron a su fin con la Restauración Meiji (1868-1912) cuando llega Occidente y Japón inicia su etapa de modernización, a raíz de la cual se producen muchos cambios en la sociedad. Entre ellos, se considera que la cultura de Tokugawa y sus prácticas son anticuadas e impropias para la nueva modernidad.
Este pensamiento persistió en los años siguientes y finalmente se consolidó en forma de leyes que pretendían regular la industria sexual y las prácticas libertinas que podrían constituir un mal para la sociedad.
En 1956 se prohibió la prostitución. Sin embargo, lo que se prohibió realmente fue la venta del coito. No obstante, incluso con esta regulación, la ley parece no ser efectiva, ya que si se llega a producir la consolidación del acto sexual mientras se presta otro servicio, no se considera una infracción a esta ley.
También se promulgó una ley para regularizar aquellos negocios que afectan la moral pública, que sufrió modificaciones en varias ocasiones (1948, 1985 y 1999). Esta ley pretendía controlar la industria del sexo, así como sus prácticas. Su efectividad es cuestionable al día de hoy, pues no parece haber cambios en lo que a esta industria se refiere.
Pornografía infantil: una consecuencia más de la libertad
Por último, en 2014 se prohibió la pornografía infantil. Es posible que este sea uno de los temas más inquietantes.
Antiguamente era normal que menores de edad (tanto hombres y mujeres) iniciarán su vida sexual a temprana edad por lo que por mucho tiempo no se cuestionó este tipo de contenido. Sin embargo, ahora la ley se ha hecho efectiva en cuanto a su producción, aunque si las personas poseen o encuentran una forma de coleccionar contenido donde menores de edad sean sexualizados, no se considera una violación a la ley.
Al hablar de leyes, podemos notar que hay una ambigüedad absoluta respecto a su funcionamiento. Al día de hoy, seguimos viendo incluso en televisión abierta, un amplio espectro de contenido sexual que podría perfectamente reñir con la ley.
El manga y el anime también muestran la sexualidad de Japón
Por supuesto, no podemos hablar de este tema sin mencionar el manga y anime dentro del cual existen dos categorías de contenido sexual.
En primer lugar, se encuentra el ecchi, el cual destaca por acentuar las curvas, caderas y pechos femeninos, por lo que dan una idea de erotismo. También es recurrente que se marquen las líneas de la ropa interior.
En segundo lugar, tenemos el hentai, que es directamente animación pornográfica. Este último es un género sin límites, donde todo parece ser válido y las fantasías más oscuras de las personas pueden ser satisfechas. Ahora bien, existen varios puntos cuestionables dentro del hentai desde nuestra perspectiva occidental. Las fantasías llegan al extremo, las relaciones sexuales forzosas son frecuentes y la recreación de cuerpos infantiles en el acto sexual es un tema aún más complejo dentro de esta industria.
Pese a que se trata de una fantasía cuestionable, cuando la industria hizo una encuesta al público japonés sobre el contenido y los fetiches recreados en este género, la mayoría se mostró de acuerdo con esta representación. Es decir, consideraron normales los fetiches expuestos en el género.
Claro, hay que mencionar que esta industria también produce un ingreso significativo en términos económicos, lo que explicaría de mejor manera la producción constante de este tipo de material.
La sexualidad como parte de la esencia de Japón
Como conclusión final, podemos decir que la sexualidad en Japón es mucho más abierta de lo que podríamos pensar. Y, lo más importante, es que nunca se ha tratado de un tema tabú, sino que solo se trataba de un tema privado.
Por supuesto, también cabe considerar la creatividad e imaginación de Japón al momento de abordar la sexualidad en sus negocios y cultura popular. Ahora bien, solo nos queda estar atentos para ver que sucede dentro de los próximos años, porque ya sabemos que los y las japonesas no tienen interés en forjar vínculos amorosos.
¿Será esta una problemática que afecte a la sociedad japonesa a gran escala en el futuro? ¿Será que las prácticas sexuales individuales reemplazarán por completo a las relaciones de pareja? Esperamos tus comentarios.
*Algunas romanizaciones fueron simplificadas con el propósito de facilitar la lectura.
Fuentes:
- japonismo.com (2017) La variadísima industria del sexo en Japón. Recuperado del siguiente link
- japonismo.com (2020) El Japón actual y su actitud hacia el sexo. Recuperado del siguiente link
- Shirokauer Conrad, Lurie David, Gay Suzanne (2014). Breve historia de la civilización japonesa.
- Pedreros, H.(2016). SEXUALIDAD EN JAPÓN: Impacto de la sexualidad en la sociedad japonesa contemporánea