El shinto, también conocido como sintoísmo, es la religión autóctona más antigua de Japón. Se basa en el culto a los kami, las deidades del shinto. Se cree que existen millones de kami ya que es una religión animista, es decir que sus dioses son objetos u elementos del mundo natural, como el sol, la luna, la tormenta e incluso cosas tan mundanas como las lágrimas o una roca.
Más allá de venerar a los kami, el shinto se trata del individuo y de su conexión con el entorno para lograr llevar una vida armoniosa. Las ideas sintoístas están estrechamente relacionadas con la cultura japonesa en general, desde su mitología hasta su sistema de valores. Es por esto que muchas de las tradiciones japonesas que hemos visto en el anime en realidad son de origen sintoísta.
¿Quieres saber cuáles son? ¡Aquí te las mostramos!
Las deidades shinto primordiales
Según el mito de la creación sintoísta, en un principio existían dos dioses primordiales que crearon las islas de Japón y dieron vida a los demás kami. Estos dioses eran Izanami e Izanagi. ¿Te suenan? Probablemente los conoces por sus apariciones en la saga de Shin Megami Tensei y Persona.
En Persona 4, la persona del protagonista, por ejemplo, se trata de Izanagi, quien según la mitología shinto es el padre de las demás deidades. Por otro lado, el verdadero villano del juego resulta ser Izanami, la madre de las deidades que, tras morir dando a luz a hi no kagutsuchi, el kami del fuego, se va al yomi, la tierra de los muertos. Izanagi va a buscarla, pero Izanami solo podrá regresar al reino de los vivos si es que su marido no la ve mientras que salen del inframundo. Izanagi la ve de todas maneras y descubre que Izanami está en estado de descomposición. Debido a esto, Izanami se enoja y se rehúsa a salir del inframundo, por lo que Izanagi falla su misión y debe regresar solo. Esta versión en descomposición de Izanami es la forma que toma en su batalla final.
Después de que Izanagi deja el inframundo, debe purificarse de las impurezas del inframundo en el río Woto. Es así que nacen los tres dioses shinto principales: Amaterasu, diosa del sol que nace de su ojo izquierdo; Tsukiyomi, dios de la luna, que nace de su ojo derecho y Susano-o, dios de la tormenta que nace de su nariz.
Espíritus, espectros y más: los míticos yokai
Desde tiempos inmemoriales, en Japón se ha hablado de los yokai. Se describen como criaturas sobrenaturales de todo tipo: espíritus, espectros, demonios y monstruos que pueden ser tanto inofensivos como violentos. Es común encontrarse con representaciones de los yokai en la cultura popular japonesa.
Algunas películas del famoso Studio Ghibli incorporan elementos sobrenaturales, entre los cuales se pueden encontrar yokais, como es el caso de Pompoko. La película trata sobre una familia de tanukis, una especie de perro similar a los mapaches, que le declaran la guerra a los humanos para evitar que destruyan su hogar. Según cuentan las leyendas, los tanuki pueden cambiar de forma y les gusta engañar a los humanos con esta habilidad. Son seres traviesos y les gusta el alcohol. Dentro del espectro de los yokai son considerados inofensivos e incluso tiernos.
Yokai de bolsillo
Otras franquicias famosas, como Digimon y Pokémon, han basado varios de sus icónicos personajes en distintos yokai.
- Futakuchi onna, una mujer que tiene una segunda boca en la parte de atrás de su cabeza, se ve representada en el pokemon Mawile.
- El kappa es una criatura parecida a una tortuga o una rana antropomórfica. Se caracterizan por tener un “plato” con agua en su cabeza, que si se seca causa que se debiliten. Viven en los ríos o lagos de Japón. No hay un consenso sobre su comportamiento: se dice que pueden ser hostiles o bien pueden ser agradables y alegres. Pokémon como Lombre y Ludicolo se inspiran en ellos, específicamente en su versión más animada.
- Los kitsune son zorros con habilidades mágicas. Se dice que algunos poseen poderes de fuego ilusorio y a medida que cumplen años, van ganando más colas. Cuando cumplen mil años de edad, llegan a tener nueve colas. Pokémon como Ninetales o Zoroark se basan en distintos aspectos de este yokai. El digimon Kyubimon también representa a estas criaturas.
- Los baku son criaturas conformadas de las partes de varios animales: cuerpo de oso, cabeza de elefante, ojos de rinoceronte, cola de buey y patas de tigre. También se dice que tienen parecido con los tapires. Se alimentan de las pesadillas y así protegen a los humanos. Pokémon como Drowzee y Munna son baku, al igual que el digimon Bakumon.
Hatsumōde: la primera visita al templo
En el shinto existe una serie de tradiciones relacionadas con la buena fortuna para el año que viene. Es muy común en el anime y manga ver que los personajes van a visitar un templo en año nuevo, a veces incluso esa misma noche. Esta tradición se conoce como hatsumōde. En Love Live!, las integrantes de µ’s se dirigen al santuario de Kanda a rezar justo a la medianoche.
Sin embargo, el día en el que se debe ir al templo no es estricto: esta primera visita se puede realizar dentro de los dos primeros días del año sin problema. Lo que importa es el ritual de la oración, en el cual primero se debe lanzar una moneda y tocar la campana. Luego se realizan dos reverencias y se aplaude dos veces. Finalmente, tras la oración se debe realizar una última reverencia antes de irse.
Un omikuji para la suerte
Otra de las tradiciones que se puede realizar en esta primera visita al templo es descubrir tu suerte con un omikuji. Recibir tu suerte en un templo es una actividad que se puede realizar durante todo el año, pero es muy común que los japoneses aprovechen el hatsumōde para prever su suerte para el año que recién comienza. Para esto, deben comprar un omikuji, un trozo de papel que en su interior indica el nivel de su suerte, desde extremadamente mala hasta extremadamente buena.
En Haikyuu!!!, cuando los estudiantes de tercer año del Karasuno visitan el templo el primer día del año, previo a las nacionales, deciden leer sus suertes. Asahi recibe una mala suerte, por lo que deberá dejarla amarrada en el templo para que así los kamis se la lleven. Por su parte, Sugawara y Daichi, ya que su suerte es buena, pueden llevársela o también pueden dejarla en el templo para amplificar su efecto.
Hatsuyume: el primer sueño del año
Otra tradición relacionada con la suerte para el año que viene es el hatsuyume, el cual se trata del primer sueño que se tiene en el año.
Tal y como ocurre con el hatsumōde, la fecha en la que se da el hatsuyume es difusa. Antiguamente se consideraba que ocurría en el año nuevo lunar, pero después de la restauración de Meiji, con el cambio al calendario gregoriano se considera que puede ser la noche del año nuevo, o bien la noche del 1 de enero. Se dice que el contenido del sueño puede definir tu suerte para el año.
Existe un dicho que indica los mejores sueños que se pueden tener: Ichi fuji, ni taka, san nasubi. Esto significa que lo mejor es soñar con el Monte Fuji, seguido de soñar con halcones y finalmente berenjenas. Se cree que este dicho proviene de la provincia de Suruga, en la actual prefectura de Shizuoka, que era conocida por albergar la montaña más alta de Japón, sus halcones, y sus berenjenas que maduraban más rápido. Otra teoría es que las 3 cosas son altas: el Monte Fuji por ser la montaña más alta, los halcones porque vuelan y las berenjenas por su elevado precio.
Incluso si no se tiene uno de los sueños de la suerte característicos, el primer sueño en general representará el año que viene. Es por eso que, en Haikyuu!!!, cuando Daichi tiene una pesadilla en la que él es el único miembro del club de volleyball, se angustia y lo toma como un mal augurio.
Jinja: los templos shinto
Los templos sintoístas, también llamados jinja, tienen apariciones prominentes en la cultura popular japonesa. Se cree que en todo Japón hay más de 100.000 santuarios, por lo que no es nada raro cuando un personaje de un anime o manga trabaja en uno. Personajes como Rei Hino, quien es Sailor Mars en Sailor Moon, o Nozomi Tojo, de Love Live!, cumplen con el papel de miko, las sacerdotisas de estos templos que se preocupan de su mantención y cuidado. Se reconocen por su atuendo distintivo, que consiste de una túnica blanca parecida a un kimono llamada hakui y un hibakama, un pantalón rojo de tela, tan ancho que parece una falda. Para completar su vestimenta, usan tabi, calcetines con los dedos separados, y como zapatos usan zori o geta, sandalias japonesas tradicionales.
En el pasado, las miko eran consideradas el vínculo entre los mortales y los kami. Se encargaban de los rituales y ceremonias ya que se dice que las mujeres jóvenes tenían una gran afinidad al mundo espiritual, lo que les permitía comunicarse con las deidades.
En la actualidad sus funciones consisten en mantener el orden y la limpieza del santuario, vender amuletos y orientar a los visitantes. Durante festividades o ceremonias, las doncellas ayudan a los sacerdotes en rituales e interpretan danzas sagradas de antaño.
Kimi no Na wa: el shinto de ayer y hoy
En Kimi no na wa se muestra una versión ancestral de un templo shinto. La película explora la espiritualidad de Japón mediante Mitsuha y su familia, quienes son los cuidadores del templo local. Debido a esto, la protagonista debe desempeñarse como miko de una manera más tradicional. Uno de los momentos clave para el desarrollo de la trama une dos tradiciones sintoístas. Primero, Mitsuha y su hermana interpretan una danza kagura, un baile japonés sagrado cuyo fin es honrar a los kami y conectarse con ellos.
Terminada la danza, las hermanas elaboran kuchikamizake, considerado el primer sake. Esta bebida se fabricaba con un método bastante peculiar: una doncella debía masticar arroz cocido hasta que quedara líquido; luego, se guardaba para que fermentara gracias a las enzimas de la saliva y así se volvía una bebida alcohólica. Tras el ritual, el sake se deja en el altar del kami al que se le ofrece.
En la actualidad, esta práctica ya no se realiza, pero en la película se utiliza por su mérito espiritual: el concepto de musubi. Musubi es una palabra japonesa que significa unir o conectar. Su significado en el shinto se relaciona con el poder conectarse a los kami. Mediante prácticas como el kuchikamizake, se deja una parte propia en la ofrenda, de tal manera que se profundiza la conexión con los kami.
Con el paso del tiempo, muchas tradiciones sintoístas quedaron obsoletas y pasaron al olvido. Sin embargo, el espíritu de esta religión se mantiene vivo en Japón hasta el día de hoy. Son muchas más las tradiciones que se han mantenido o que han evolucionado para adaptarse a los tiempos modernos.
Los principios del shinto han moldeado a la sociedad japonesa, e incluso si su forma ha cambiado, el objetivo es el mismo: conectarse con los dioses, el entorno, y a la vez, con uno mismo.