En el antiguo Japón surgieron las mujeres samurái, un nuevo tipo de guerrero preparado para la batalla que participaba en grandes enfrentamientos de igual a igual ante cualquier oponente. Te invitamos a conocer más sobre las onna bugeisha.
Onna bugeisha: las guerreras del antiguo Japón
A lo largo de la historia universal es posible encontrar historias de valientes mujeres que decidieron participar en la guerra, y que destacaron por su liderazgo y fuerza. No obstante, pareciera ser que este no es el caso de Japón, pero, ¿qué pasaría si te dijéramos que Japón no fue la excepción? – Así es, en el país del sol naciente también existieron mujeres que decidieron portar armas y defender con fuerza sus ideales. Estas son las onna bugeisha, mujeres samurái y maestras de las artes marciales a quienes se les describe como guerreras poderosas e implacables en el campo de batalla.
Hasta hace poco, se pensaba que las onna bugeisha no habían existido debido a la falta de información sobre las mismas; sin embargo, con el tiempo, diferentes estudios han comprobado que estas guerreras están lejos de ser un mito. Si quieres saber quiénes fueron y las batallas que libraron, sigue leyendo y sumérgete junto a nosotros en la historia de Japón.
Jingu, la primera de las mujeres samurái en el campo de batalla
Antes de que existiera la clase samurái como tal, en los tiempos antiguos tanto hombres como mujeres dominaban algún tipo de arte marcial y sabían manipular armas. Se dice que la primera mujer guerrera fue la emperatriz Jingu quien, tras la muerte de su marido Chuai, gobernó Japón entre los años 201-269. Esta emperatriz, sin duda, fue una inspiración para las onna bugeisha que estaban por venir.
La consolidación de una casta guerrera
Hombres y mujeres dominaban las artes de la guerra; sin embargo, no fue hasta el periodo Kamakura (1185-1392) que se consolidó la clase guerrera con la aparición de los samuráis. Es aquí donde las mujeres entran en escena, pues por lo general las onna bugeisha eran esposas e hijas de los samuráis, por lo que pertenecían a la casta guerrera. Esto no descarta la participación de otras mujeres que no formaban parte de la nobleza, no obstante, y como veremos más tarde, las guerreras más famosas tenían sangre noble.
Las Guerras Genpei y el shogunato de Kamakura
En el año 1180, Japón estaba dominado por una inestabilidad política, tras la formación de muchos clanes samurái a lo largo del país. Si bien estos habían adquirido poder, así como territorio, la verdad es que carecían de influencia política como tal. Esto desató una serie de enfrentamientos que se conoce como las Guerras Genpei (1180-1185), las que duraron cinco años y se enfrentaron dos de los clanes más poderosos de Japón: los Taira y los Minamoto. Los vencedores, fueron los Minamoto, quienes instauraron el primer gobierno militar de Japón, conocido como el shogunato de Kamakura (1185-1333).
Durante las Guerras Genpei, encontramos a dos mujeres implacables cuyos nombres resuenan hasta el día de hoy en la historia de Japón: Tomoe Gozen (1157-1247) y Masako Hojo (1157-1225).
La leyenda de Tomoe Gozen
Tomoe Gozen (1157-1247) es, sin duda, la onna bugeisha por excelencia; la más famosa de todas las mujeres guerreras samurái en batalla. Existen muchas narraciones y leyendas sobre ella. En el Heike monogatari o La historia de Heike se le describe como una mujer al servicio de Minamoto Yoshinaka (primo de Minamoto Yoritomo, primer shogun de Japón). En otras versiones, Tomoe es la esposa guerrera o la compañera de Minamoto Yoshinaka. Lo cierto es que la relación de estos dos personajes no se describe de forma profunda en los relatos, pero sí en las narraciones. Se mantiene la creencia de que Tomoe era una chica hermosa quien siempre lucía una larga cabellera negra en el campo de batalla. Esto último ilustra que, pese a portar armas y participar en la guerra, la mujer guerrera conservaba su femineidad acorde a lo que se esperaba de una mujer en el Japón feudal.
Tomoe y la batalla de Awazu
La batalla de Awazu (1184) fue uno de los tantos conflictos de las Guerras Genpei. En ella se enfrentaron dos facciones del clan Minamoto. Por un lado, estaba el bando de Minamoto Yoshinaka, y por el otro, la facción de Minamoto Yoritomo.
Tomoe peleó junto a Yoshinaka en la batalla de Awazu, en la que este último falleció.
Según la leyenda, Tomoe entró al campo de batalla a caballo. A menudo se le describe como una jinete implacable, cuya habilidad superaba a la de otros guerreros.
El final de Tomoe en esta batalla es incierto, pues algunas versiones dicen que se quedó hasta el último respiro y murió en batalla. Otras dicen que se fue cabalgando con la cabeza de un enemigo y luego desapareció. Una tercera versión dice que se casó con Wada Yoshimori y que, tras quedar viuda, se convirtió en monja.
Masako Hojo, la líder política
Masako Hojo (1156-1225) era la esposa de Minamoto Yoritomo. Se le conoce por su voluntad de hierro y su frialdad política a la hora de conservar el poder. Ella no fue una guerrera de armas, pero sí es vista como un tipo de mujer guerrera que se hizo cargo del shogunato tras la muerte de su esposo en 1182. Luego de quedar viuda decidió continuar con su vida como una religiosa por lo que se le llamó la monja shogun.
Lo primero que hizo tras la muerte de su esposo, fue crear un consejo regente de tal manera que el poder quedaría en manos del clan Hojo y no en las de su hijo, Yoriie (1182-1204), como era la costumbre. Pues se esperaba que, posterior la muerte del shogun, el hijo debía heredar el cargo.
Además de esto, eliminó a otros posibles herederos al cargo e incluso desterró a su propio padre a un monasterio. Esto le permitió gobernar Japón con total libertad hasta el fin de su periodo en 1933. Su reinado se conoce como Hojo no Shikken (Regencia Hojo).
El sengoku
El sengoku es el denominado “periodo entre guerras”. Este comenzó a finales de Muromachi (1338-1573) y finalizó en Edo (1603-1868). Fue un periodo extremadamente largo en el que numerosos clanes se enfrentaron entre sí. Durante esos años, los clanes buscaban contar con la mayor cantidad de aliados posible, debido a que el asedio a los castillos y las invasiones a los territorios por parte de clanes enemigos era constante.
En el transcurso de estos conflictos, algunas mujeres decidieron tomar las armas para defender sus residencias, apoyar a sus esposos en el campo de batalla, o bien, cobrar venganza.
Mujeres guerreras samurái presentes en batalla durante el sengoku
Las historias sobre estas mujeres no son tan famosas como las mencionadas con anterioridad; sin embargo, sus historias muestran la valentía y el sacrificio durante los conflictos, pues no siempre salían victoriosas.
Tazu Horikoshi, mujer samurái preparada para la batalla
Tazu Horikoshi, esposa de Yoshimoto Imagawa, tras la derrota de su esposo en 1560 en la batalla de Okehazama (conflicto en que Yoshimoto se enfrentó a Oda Nobunaga), se hizo cargo de la defensa del castillo de Hikuma. Cuando el castillo fue invadido por tropas enemigas, Tazu se armó para la batalla. Luchó junto a dieciséis doncellas que optaron por acompañarla. Sin embargo, el ejército enemigo era más poderoso.
Tazu murió en el campo de batalla no sin antes haber disparado flechas a sus enemigos, pues se le conocía por la maestría con la que dominaba el arco.
Otro ejemplo es Kai, hija de Ujinaga Narita (señor del castillo de Oshi). La historia cuenta que Toyotomi Hideyoshi (1537-1598) envió un ejército al castillo de Oshi para someter a aquellos que aún eran fieles al clan Hojo en 1590. Cuando empezó el asedio del castillo, Ujinaga se encontraba en la batalla de Odawara, por lo que la defensa de la fortaleza quedó en la mano de sus hijos. Se dice que fue Kai quien tomó el mando del castillo y dirigió a los guerreros de forma exitosa. Sin embargo, Ujinaga fue derrotado en Odawara y por ello tanto él como Kai se trasladaron al territorio Ujisato Gamo (daimio). Allí estalló una rebelión donde la suegra de Kai fue asesinada. Al enterarse, Kai fue en busca de los culpables y los mató.
Toyotomi Hideyoshi al escuchar esta noticia le entregó al padre de Kai el castillo de Karasuyama y veinte mil koku (el koku era una medida que se definía como la cantidad de arroz necesaria para alimentar a una persona durante un año) como recompensa.
Yuki, la guerrera de Sekigahara
La batalla de Sekigahara (1600) es un conflicto en el que se enfrentaron las dos fuerzas que dominaban el país en ese año, por lo que fue una batalla decisiva. Por un lado, estaba la facción de Toyotomi Hideyori (1593-1615), hijo de Toyotomi Hideyoshi, y por el otro la facción de Tokugawa Ieyasu (1543-1616).
Durante los enfrentamientos de Sekigahara, Yuki (esposa de Nobutaka Tomita, hijo de Nobuhiro Tomita, dueño y señor de Anotsu) luchó para defender el castillo de Anotsu. Su hazaña fue exitosa, pues mantuvo el castillo como propiedad del clan Tomita (aliados de Tokugawa Ieyasu), no obstante, murió presa de las llamas.
Gracias a ella, el clan Tomita fue recompensado de forma generosa por Ieyasu.
Las últimas guerreras de Aizu
Cuando el shogunato Tokugawa llegaba a su fin, con ello se veía venir el fin de la clase guerrera, tanto de los samuráis como el de las onna bugeisha. Hacia los últimos años, destacaron dos mujeres por participar en los conflictos en defensa del clan Aizu. La primera de ellas, Yamamoto Yaeko (1845-1932), quien aprendió a disparar armas de fuego gracias a la instrucción de su padre.
La segunda fue Nakano Takeko (1847-1868), hija de un oficial de Aizu, quien en la guerra Boshin (conflicto en que se enfrentaron las fuerzas a favor de Tokugawa versus el ejército a favor del emperador en 1968) dirigió una tropa de mujeres que se enfrentaron a las fuerzas del emperador. En medio de la batalla, Takeko recibió una bala en el pecho. Frente a esto, le pidió a su hermana Yuko que le cortara la cabeza para no caer en las manos del enemigo. Yuko cumplió la voluntad de Takeko, quien falleció a los veintiún años.
Onna bugeisha: atributos de la mujer samurái en batalla
Hasta ahora hemos hablado de la historia de estas guerreras; sin embargo, hace falta conocer sus características y su armamento.
Características
Es difícil definir la imagen de las onna bugeisha con exactitud, pues la mayoría de las ilustraciones representan a estas guerreras según las descripciones que hay en las narraciones. Además de ello, el aspecto varía según la era a la que pertenecían, al igual que en el caso de los guerreros. El único elemento distintivo que las caracterizaba, era su cabellera larga y negra que siempre iba suelta. Esto puede ser una forma de graficar que, pese a su esencia guerrera, conservaban su femineidad, en especial en el Japón feudal.
Armamento
En cuanto a sus armas, la naginata era el arma por excelencia de las mujeres samurái, a quienes se les instruía desde temprana edad su uso, en espacial durante el sengoku y el periodo Tokugawa.
Adicional a la naginata, las onna bugeisha portaban una daga tanto, que es similar a una espada pequeña.
Estas son las armas clásicas, no obstante, cabe mencionar que las onna bugeisha también dominaban el arte del arco y además se les describe como jinetes excepcionales.
Vida y destino: la batalla interna de las mujeres samurái
Las mujeres que pertenecían a la casta samurái podían enfrentar destinos desagradables en muchos casos. En primer lugar, existía la posibilidad que se les obligara a casarse con hombres de clanes enemigos en un intento de entablar algún vínculo para mantener la paz. En segundo, debían seguir la voluntad de sus esposos, aunque varias se oponían a los ideales de estos y en algunas ocasiones, se revelaban contra los mismos. Sin embargo, así como existía la deslealtad, también había otras mujeres que decidían apoyar a sus maridos en la lucha hasta el final, por lo que podrían encontrar la muerte con facilidad como fue el caso de Tomoe Gozen (acorde a una de las versiones de su historia) y Tazu Horikoshi.
Cabe mencionar que, si bien no todas las mujeres de la casta samurái tomaron las armas para luchar en batalla, a todas se les instruía en el manejo de las armas, y, además, debían saber administrar las propiedades de sus esposos en caso de que estos estuvieran en la guerra. Esto les daba la oportunidad de ejercer otro tipo de poder, como fue el caso de Masako Hojo.
Si bien hemos mencionado a varias guerreras a lo largo de este artículo, aún quedan muchas otras mujeres guerreras de las cuales hablar, pues como se mencionó en un principio, sus historias son un estudio más bien reciente y es por ello también que sus datos son escasos; a excepción de las más famosas.
Fuentes:
- Las temidas guerreras samuráis: las denominadas onna bugeisha. Galindo D.
- Turnbull Tephen (2010). Samurai Women 1184-1877.
- Castillo, José Luis (2017). Onna-Bugeisha: La mujer guerrera japonesa del siglo XII y el quebrantamiento del discurso de la debilidad femenina.
- Togo, Ryu (2019).Tomoe Gozen y otros relatos de mujeres samuráis.
- https://www.thoughtco.com/images-of-samurai-women-195469