Al comenzar el mes de marzo, el mundo de la cultura pop se enteró de una trágica noticia y de una gran pérdida dentro de lo que es el manga, la animación japonesa y los video juegos. El creador de Dragon Ball, uno de los cómics japoneses más influyentes y de mayor circulación de todos los tiempos, murió a los 68 años de edad. Toriyama Akira (鳥山 明) falleció el 1 de marzo a causa de un coágulo de sangre en el cerebro, explicó su estudio de producción de manga y diseño, Bird Studio, en un comunicado. Sin embargo, el mundo entero se enteró de la noticia entre el 7 y 8 de marzo.
La tardía noticia del fallecimiento del maestro Toriyama obedeció a priorizar los deseos de tranquilidad que tanto el autor como sus familiares y allegados siempre buscaron. Esta información fue comunicada por Bird Studio, quienes, en un comunicado público pidieron, además, abstenerse de enviar flores u otras ofrendas de condolencias.
Lamentamos profundamente que aún tuviera varias obras en pleno proceso de gran creación con gran entusiasmo”, afirmó el estudio. “Le habrían quedado muchas cosas por realizar. Pero nos ha dejado muchos títulos de manga y obras de arte en este mundo”.
Su oficina dio las gracias a sus seguidores por apoyar su actividad artística durante más de 45 años. “Esperamos que el mundo creativo único de Akira Toriyama siga siendo amado por todos durante mucho tiempo.
El maestro Toriyama es reconocido a nivel mundial principalmente por sus dos grandes obras de manga, Dr. Slump (Dr.スランプ), publicada entre 1980 y 1984, y Dragon Ball (ドラゴンボール), publicada entre 1984 y 1995. Por otro lado, dentro del mundo de los video juegos, es conocido por ser el diseñador de personajes de Dragon Quest (1986-2020), Chrono Trigger (1995), Tobal No. 1 (1996) y Blue Dragon (2007).
A pesar de su gran fama como mangaka y diseñador de personajes, hay algunos trabajos tanto en manga como en video juegos menos conocidos, especialmente fuera de Japón. Así también, hay aspectos de su vida personal que se conocen poco pero que tuvieron importantes influencias en sus obras. Dado esto, es que en el presente artículo deseamos destacar algunos datos menos conocidos de sus trabajos como mangaka y diseñador de personajes. Y también, datos no menores, sobre su biografía, pasatiempos y vida personal que, en varias ocasiones, determinaron el desarrollo de sus obras y diseños.
INFLUENCIA DE SU CIUDAD NATAL
Toriyama nació en la ciudad costera de Kiyosu (清須市), una ciudad perteneciente a la prefectura de Aichi (愛知県). Es muy probable que tanto su ciudad natal como la prefectura a la que pertenece hayan tenido una importante influencia en sus obras, especialmente en lo referido al diseño de aparatos mecánicos de transporte y tecnología.
La ciudad de Kiyosu se encuentra comunicada por varias líneas de ferrocarril y autovías con otras localidades de la región. Las actuales líneas convencionales que circulan por la ciudad son la línea principal Tōkaidō (Compañía de Ferrocarriles del Japón Central) y las líneas Nagoya, Inuyama y Tsushima (Meitetsu). En cuanto a lo automotriz, en general, la prefectura de Aichi es conocida por tener muchas fábricas de automóviles, siendo una de las empresas más emblemáticas de la prefectura, Toyota, fundada en 1937 y con sede principal en la ciudad de Toyota (豊田市). Bajo este contexto industrial y sólida economía de la prefectura, no es de extrañar que Toriyama haya adquirido un gusto personal estético y mecánico por las diversas industrias de transportes y tecnología de los alrededores de su ciudad y prefectura.
Su gran interés por artefactos y vehículos mecanizados solemos verlo en diversas ilustraciones que nos entregó en sus obras, destacando aquellas en las que sus protagonistas aparecían sobre algún vehículo o conduciéndolo sin un rumbo determinado, pero siempre muy cómodos sobre ellos. La industrialización de Kiyosu, probablemente, incentivó e inspiró mucho al autor a crear con su imaginación una enorme variedad de objetos altamente creativos y funcionales para sus historias.
Es destacable mencionar que, si bien hoy en día existen dibujantes y diseñadores especializados en mechas, escenarios, naves y animales, entre otras cosas, y que trabajan diseñando estos objetos para autores reconocidos, Toriyama durante la década de 1980 y 1990 trabajó solo creando los diversos artefactos que conocimos a través de sus obras. La inspiración para ello también provino de uno de sus hobbies y el que probablemente también adquirió por influencia de su ciudad natal: el modelismo de medios de transportes. Él solía utilizar motocicletas, automóviles y aviones reales para inspirarse a crear nuevos medios de transporte que posteriormente integraría a los diversos mundos que creó en sus obras. Entrando en más detalles sobre sus gustos como dibujante de máquinas, se sabía que una de las partes que más le gustaba dibujar eran los motores de las máquinas. Los que hemos tenido la oportunidad de hojear sus libros de ilustraciones o recordar algunas de las ilustraciones que destacan en las portadas de sus manga, sabemos el nivel de detalle al que llega en estos objetos.
La fascinación de Toriyama por el modelismo y el detalle que este alcanza, le permitieron al autor inspirarse para crear, dentro de los distintos universos que creó, impresionantes objetos y de lo más útiles para enriquecer y complementar sus historias. La enorme cantidad de objetos y maquinarias que encontramos en el vasto mundo creado por Toriyama también han sido un punto a favor tanto para la trama como para el atractivo visual que reflejan. Sobre esto último, Toriyama ha confesado que uno de los artilugios más famosos de “Dragon Ball” (1984), las cápsulas hoi poi, las creó para que fuera más fácil transportar elementos grandes que ayudaran a la historia a ser más fluida. Sin duda que logró este objetivo dándole soluciones rápidas a las necesidades de la trama para que los protagonistas avancen más rápido en sus búsquedas y objetivos, y también, dándole un toque de ciencia ficción a la obra.
Con respecto al paisaje circundante que ofrecía la ciudad natal de Toriyama, Kiyosu, y las distintas actividades que caracterizan a la prefectura de Aichi, esto es, la agricultura, el comercio y una estructura industrial bien equilibrada, podríamos atrevernos a decir que esto también ha quedado plasmado en los diversos entornos que visitan los protagonistas de sus obras. En varias de ellas, el mangaka nos transportó a diversos planetas, territorios y dimensiones que muchas veces llegaban a caer en lo surrealista. Toriyama creó una infinidad de parajes realmente dispares que caracterizaron la ambientación de sus obras: sus ciudades, las montañas, el cielo, el desierto, el más allá, planetas, etc., muchos y distintos lugares que se recorren a lo largo de sus historias, todos ellos únicos.
Por último, y ya cayendo especulativo en torno a la influencia de las actividades de la prefectura de Aichi en el arte gráfico del maestro Toriyama, en ella se suelen realizar festivales anuales en donde los lugareños construyen diferentes instrumentos de madera, que tienen movilidad propia, similares a pequeños robots. Estas actividades, muy asentadas en Aichi, no solo nos recuerdan el gusto de Toriyama por el modelismo, actividad que le permitió conseguir reproducciones de armas, automóviles y motocicletas, sino que también su gusto por la robótica. Se destacan tres obras en este sentido, “Dr. Slump” (1980), “Dragon Ball” (1984) y “Sand Land” (2000), en donde podemos ver diversos tipos de robots y androides, tanto como protagonistas como personajes secundarios, con diversos roles: enemigos, apoyo, alivio cómico, ayudantes, entre otros. Casi siempre, el que está detrás de estas creaciones es un gran y reconocido científico, o también, un gobierno o corporación con oscuras y egoístas intenciones. Sea lo uno o lo otro, en ambos casos, los festivales anuales de construcción de instrumentos de madera móviles de Aichi o las grandes industrias de tecnología o automotrices establecidas en los alrededores de Kiyosu tuvieron sus referencias en estas obras de Toriyama.
En la segunda parte del artículo, descubriremos los antecedentes familiares y personales del maestro Toriyama que se ven plasmado en sus obras… ¡no se lo pierdan!
Por Paulo Delgado de Fundación Japonistas Chile.
Autor del libro “¡Sal de ahí, Shenlong! 20 años de Dragon Ball en Chile” (2018)
