Aizuchi: la vaguedad de los japoneses y el uso del «Si» y el «No»
Antes de comenzar a entender el Aizuchi debes saber lo siguiente:
Sin importar que idioma hables, existirán dos tipos principales de lenguaje, el verbal (o paraverbal) y el no verbal.
El primero incluye aspectos como: el tono, volumen y timbre de la voz, además de la fluidez, pronunciación, claridad y las pausas o silencios. El segundo tiene relación con lo físico, las posturas corporales que tenemos al hablar o los gestos faciales. Ambos se relacionan con acciones inconscientes que realizamos al comunicarnos, pero a pesar de no tener conciencia de ellos, muchas veces son estas acciones las que mejor comunican nuestro mensaje. Es así como se puede descubrir los verdaderos sentimientos del hablante.
Para los antropólogos este tipo de lenguaje tiene una profunda base social y cultural, nosotros aprendemos e interpretamos estos gestos, porque en algún momento los aprendimos y comprendimos como parte de nuestro desarrollo social. Es por esto que, a pesar de que muchos de estos gestos son compartidos a nivel global, otros son propios de ciertas culturas o grupos sociales. Por supuesto Japón no es la excepción.
¿Qué es el Aizuchi?
Uno de estos gestos es llamado Aizuchi (相槌), y significa asentir o hacer eco de lo que dice otra persona asintiendo. Según del diccionario Kojien “Es la acción de dos herreros que pegan martillazos concurrentes y recíprocos mientras trabajan juntos”.
¿Pero qué tienen que ver los herreros y sus martillos en todo esto?
Es simple, los japoneses tiene la costumbre de asentir con un «si» (はい) o «así» (そう), siempre que participan en una conversación. Si uno dice algo (primer martillazo) el japonés responderá con «si» (はい) (segundo martillazo), sin necesidad de que uno haya terminado de hablar, los asentimientos ocurren mientras una de las personas esta hablando. Este gesto suele causar confusiones, ya que en ocasiones en vez de entenderlo como un marcador discusivo, como “comprendo”, “claro”, “mmm” o incluso “ya” del español, se puede interpretar como una aseveración. Es decir que el japonés oyente aceptó o está de acuerdo con lo expresado, no siendo siempre así.
Esto nos lleva al segundo punto, la vaguedad de los japoneses al momento de responder. Probablemente cuando comenzaste a estudiar japonés te enseñaron el «si» (はい) y «no» (いいえ), e inocentemente pensaste «Ahora sé cómo decir si y no» y la verdad no es falso. El problema está en cuando utilizarlos. Culturalmente los japoneses no responden con un «si» o «no» a “secas”, menos si la pregunta exige tomar una decisión, expresar su opinión o realizar algo. Ellos tienden a evitar las confrontaciones, por esto existen palabras como «Sou ne» (そうね~), que acompañan rascándose la cabeza o la barbilla, o al momento de rechazar una invitación «Chotto…» (ちょっと~) para luego agregar alguna justificación. Incluso si la respuesta es beneficiosa para la persona que preguntó, el japonés no dirá «si» (はい) o «no» (いいえ).
La ambigüedad predomina en el japonés
Esta ambigüedad genera que, en muchas ocasiones la respuesta no sea clara y uno no sepa finalmente que hacer. Este deseo de no querer confrontar con otras personas puede llevar a que no sea posible tomar una decisión o llegar a un acuerdo, ya que no quieren parecer impositivos. Por lo tanto, es común que en reuniones o situaciones en que se debe llegar a un acuerdo, pasen días hablando de lo mismo, ya que nadie quiere ser el que diga “haremos esto” o “no lo haremos”. Es por ello que buscan constantemente un consenso el cual puede ser muy complejo de conseguir.
En conclusión
Podemos concluir que a diferencia de Latinoamérica y probablemente occidente, en Japón el uso de «sí» y «no» es diferente. Mientras nosotros entendemos “si” como afirmación y aceptación de lo que se nos está diciendo, ellos lo usan para confirmar que te están escuchando. Es decir, es como una forma de animarte a seguir hablando. Al mismo tiempo aceptar con un “si” (はい), o negar con un “no” (いいえ) directamente, será muy descortés y desconsiderado. Es mejor ser sutil y dejar la respuesta entre el limbo de la negación o afirmación.
Fuente:
Michitaro, Tada (2006). Gestualidad japonesa