Podría ser fan de Ricardo Arjona y sería más fácil, pero no… soy fan de una banda japonesa.
Hace 20 años aproximadamente, conocí a un grupo musical que me pareció bastante bueno. Para no herir ningún tipo de susceptibilidades, me referiré a este grupo como “JapoBand”.
JapoBand me tenía buscando información y bajando videos en una era en que eso no era tan común. Compré unos VHS pensando que eran originales. Compré unos CD de esta banda japonesa pensando que eran originales. Mis primeros gastos relacionados con JapoBand fueron un verdadero desperdicio. Ni siquiera podía usarlos como producto de reventa.
Una vida de Ilusiones como fan de una banda japonesa
Viví tranquila y en paz, en teoría, ya que JapoBand nunca vendría a Chile. Era sabido que la música en Japón tiende a ser muy localista y, sumado a la gran cantidad de habitantes (127 millones), hace que no tengan mayor interés en realizar una gira. Tampoco se enteran o quieren enterarse del éxito que puedan tener fuera de Asia. Es así como me hice a la idea de que nunca vería a JapoBand.
Esto cambió cuando unos años después, JapoBand salió de Asia. Esto me hizo ahorrar dinero pensando en que ahora sí vendrían, porque claro, ya saben que existe el resto del mundo. Una vez más me había emocionado en vano, igual que cuando compré sus VHS pensando que eran originales.
Luego JapoBand se separó. Y bueno, pensé que finalmente era lo mejor y que ahora podía dedicar mi vida a otra fantasía más realizable, como que Elijah Wood me contestara la carta que le mandé.
Pasó la vida. Esta banda lanzó un par de discos más. Se volvía a juntar de vez en cuando producto de la nostalgia o la falta de efectivo, pero al menos permanecía en cierto estado de animación suspendida que no me dejaba en paz, igual que un chocolate en el velador.
Finalmente, me hice adulta (o eso creo) y tuve recursos suficientes para viajar. Mi primer viaje a Japón no coincidió con ninguna actividad de JapoBand y sólo fui a saquear (metafóricamente) un Book-Off que quedaba cerca de mi alojamiento y gasté todo mi dinero extra en ellos. La segunda vez, estaban en uno de sus recesos indefinidos, por lo que otro Book-Off fue desmantelado.
¿Qué es un Book-Off?
Se preguntarán qué es un Book-Off. Bueno, es un lugar celestial para el extranjero y sucio para el local. Ahí se venden videojuegos, mangas, CD, DVD, Bluray, revistas, etc. pero todo, absolutamente todo es de segunda mano. La segunda mano en Japón es para nosotros una reventa de productos nuevos, sólo sacados de su empaque original para ser entregados luego a los pobres como nosotros.
La cultura de la segunda mano ha cambiado un poco por lo que me di cuenta en mi tercera y más reciente visita a ese país. Ahora sí, llevada por la necesidad y absoluto propósito vital de poder ver a JapoBand en vivo antes de que alguno muriera (o que yo muriera), fue que realicé este tercer viaje. Era un auto-regalo, un alivio existencial, un sueño a realizar, un ciclo que debía cerrarse.
Nada haría presagiar que viviría el peor concierto de toda mi vida.
Continuará…
@Levi