En estos momentos es verano en Japón, lo que significa festivales. Los matsuri (festivales) se celebran con procesiones, comida y juegos, llenando las calles de gente y de energía. Especialmente, en el verano se celebran algunos de los natsu matsuri (festivales de verano) más famosos.
Tanabata: el festival de las estrellas
El Tanabata (七夕), también conocido como el festival de las estrellas, es uno de los natsu matsuri más populares. Se celebra el séptimo día del séptimo mes, por lo que puede ser el 7 de julio o el 7 de agosto, dependiendo del calendario. Este matsuri proviene de China, pero se asimiló en Japón en el periodo Nara (710-794), y se celebra como una festividad propia desde entonces.
En este festival se celebra la reunión de los amantes Orihime y Hikoboshi. Cuenta la leyenda que la tejedora Orihime, hija del rey del cielo, un día se encontró con un joven pastor llamado Hikoboshi y se enamoraron a primera vista, y pronto se casaron. Después del matrimonio, los amantes dejaron de lado sus obligaciones para poder estar juntos, lo que enfureció al rey del cielo. Por esto, el rey del cielo decidió separarlos, dejando a cada uno a un lado del río Amanogawa (la vía láctea).
Sin embargo, el rey del cielo se apiadó de ellos, ya que separarlos para siempre era muy cruel para la joven pareja. Así que permitió que cada año, el séptimo día del séptimo mes, puedan reunirse. En esa fecha, una bandada de urracas forma un puente sobre el río Amanogawa para que los amantes puedan reencontrarse. Pero si es que llueve esa noche, las urracas no pueden formar el puente, por lo que la pareja debe esperar otro año más para verse.

Son estrellas reales
Los personajes de esta conmovedora historia son estrellas reales en el firmamento. Orihime, la princesa tejedora, corresponde a Vega, de la constelación Lyra, mientras que el pastor Hikoboshi corresponde a Altair, de la constelación Águila. También se dice que las otras dos estrellas que conforman la constelación Águila, Águila-β y Águila-γ, son los hijos de la pareja.
Otra estrella importante es Deneb, sobre la cual se construye el puente que une a los amantes. Las tres estrellas, Deneb, Vega y Altair, forman la pseudo constelación conocida como el triángulo del verano.
En realidad, en la séptima noche del séptimo mes del calendario lunar es la fecha en la que Vega y Alastair se encuentran más cerca la una de la otra en el cielo nocturno.
Las festividades
Las calles de Japón se llenan de color para celebrar el tanabata. Una de las tradiciones más antiguas que continúa hasta el día de hoy es la elaboración de tanzaku (短冊), la cual es muy simple. Se deben atar tiras de papel a cañas de bambú, y luego se colocan en el tejado de las casas. Las tiras de papel son de distintos colores y en un principio, contenían poemas dedicados a los amantes. En la actualidad, se escriben deseos propios.
Una vez terminado el festival, los tanzaku se lanzan al río o se queman a la medianoche para que así los deseos lleguen a los dioses.

La celebración más famosa del tanabata ocurre en Sendai, entre el 6 y el 8 de agosto. Todo Sendai se llena de distintas decoraciones de papel que buscan atraer la fortuna en diversos ámbitos:
- Grullas de papel (折り鶴 Orizuru) para una vida larga, saludable y próspera
- Bolsos (巾着, Kinchaku) para el éxito en los negocios
- Redes (投網, Toami) para una buena pesca
- Bolsas de basura (くずかご, Kuzukago) para la limpieza
- Serpentinas (吹き流し, Fukinagashi) para mejorar las habilidades de tejido, tal y como Orihime
- Kimonos (紙衣, Kamigoromo) para la protección contra enfermedades y accidentes
Otro adorno común son los fukinagashi que nacen desde un kusudama, bolas hechas de papel de colores, que también sirven para representar los hilos de Orihime.
Gion Matsuri: un festival de purificación
Uno de los grandes festivales del verano japonés es el Gion Matsuri. Es un matsuri de larga duración, que se extiende durante todo el mes de julio y se compone de variados eventos. Se lleva a cabo en Kioto y su mayor atractivo son las distintas procesiones que ocurren a lo largo del mes.
Este matsuri se originó como un ritual de purificación para apaciguar a los dioses. Se dice que en el año 869, todo Japón sufría bajo una terrible epidemia que acabó con la vida de miles de personas. La epidemia se atribuyó al maligno kami de las enfermedades, Gozu Tennō, y para poder dar fin a ella, el emperador Seiwa pidió a la población que rezaran a Susanoo no mikoto, kami del santuario Yasaka, ubicado en el distrito de Gion. Se prepararon 66 alabardas, una por cada provincia de Japón en ese entonces, y se comenzó la tradición de la procesión que en un futuro se convertiría en el Gion Matsuri.
El festival se divide en dos partes: saki matsuri, que corresponde al trayecto de ida desde el santuario hasta el centro de la ciudad de Kioto, y su contraparte, ato matsuri, el camino de vuelta al santuario.
Entre el 14 y el 16 de julio, las celebraciones alcanzan su punto máximo. Esta parte del festival se conoce como yoiyama (宵山) y se celebra en las calles principales, Shijo-dori y Karasuma-dori, con comida y actividades como el Chochin Otoshi, cuando se dejan ir las linternas de papel del carro Kanko-boko, o el Byobu Matsuri, donde las tiendas y casas históricas del distrito Yamahokocho abren sus puertas a los visitantes. Una vez terminado el yoiyama, el 17 de julio inicia la procesión de las carrozas Yamaboko del saki matsuri.
Las carrozas Yamaboko
Para la procesión existen dos tipos de carrozas: yama y hoko.
Hay 23 carrozas yama, las cuales portan imágenes de deidades sintoístas y bodhisattvas budistas, además de figuras históricas. En cambio, hay tan solo 10 carrozas hoko, y estas representan las 66 alabardas utilizadas en el ritual de purificación original.

Pero estas carrozas no son los típicos carros alegóricos, propulsados por un motor. No, estas carrozas avanzan gracias a cientos de hombres arrastrándolas o cargándolas. Y no es una tarea fácil. Las carrozas yama pesan más de mil kilos y miden unos seis metros, por lo que son algo más fáciles de cargar. Sin embargo, las carrozas hoko pesan hasta 12.000 kilos y miden unos 27 metros.
Finalmente, el 24 de julio la procesión se devuelve al santuario Yasaka para prepararse para dar fin a las festividades.
Obon: el festival de los ancestros
El obon es una festividad japonesa muy similar al día de los muertos que se celebra en México. En esta fecha, los japoneses honran a los espíritus de sus ancestros, visitan y limpian sus tumbas, mientras que los ancestros visitan los altares familiares.
El festival del obon dura 3 días, y al igual que el tanabata, su fecha varía dependiendo del calendario. Comienza el quinceavo día del séptimo mes, por lo que según el calendario lunar ocurre en agosto. La fecha se aproxima al 15 de agosto en muchas partes de Japón, pero en Tokio se celebra el 15 de julio y en Okinawa realmente se celebra el quinceavo día del séptimo mes, así que la fecha varía año a año.
La tradición tiene sus orígenes en la historia de Mokuren, un discípulo de Buda Gautama, que intentó contactar a su madre fallecida, solo para descubrir que había caído en el reino de los fantasmas hambrientos. Desconsolado, acudió a Gautama para pedirle ayuda y así poder salvar a su madre. Buda le instruyó hacer ofrendas a los monjes que habían terminado su retiro espiritual el quinceavo día del séptimo mes. Mokuren obedeció y, tras apreciar lo mucho que ella se había esforzado por él, logró salvarla de su sufrimiento. Madre e hijo bailaron, felices por la liberación de la madre.
Rituales del obon
Uno de los rituales del obon corresponde al Bon Odori, un festival que se celebra dentro del obon. La gente se reúne en lugares abiertos alrededor de una torre con tambores taiko y baila al compás. La música y el ambiente es alegre para que los espíritus de los ancestros se sientan bienvenidos. Además, esta celebración ocurre de noche ya que se cree que los espíritus viajan de noche.
La última noche del obon se lleva a cabo la Tōrō nagashi, un ritual en que se encienden faroles de papel y se dejan ir por un río. Se dice que los faroles guían a las almas de los muertos de vuelta al otro lado.

Finalmente, para dar fin a esta festividad, se realiza el gozan no okuribi. En esta tradición se encienden cinco hogueras gigantes en las montañas que rodean la ciudad de Kioto. Es en ese momento que los espíritus abandonan el mundo de los vivos y vuelven a su mundo. A partir de las 20 horas comienzan a encender las hogueras, con intervalos de 5 a 10 minutos entre ellas. Así, poco a poco se van revelando las figuras que forman: tres son kanji, con el kanji de grande (大) apareciendo dos veces, y además los kanji 妙(myou) y 法 (hou), que significan “admirable dharma”. Las otras dos hogueras forman un barco y un toori.
Awa Odori: el festival de la danza
El Awa Odori es un festival de danza que tiene sus orígenes en el Bon Odori que se baila durante el obon. Se celebra en Tokushima durante las fechas en que se celebra el obon, entre el 12 y el 15 de agosto.
En este festival, grupos de bailarines y músicos llamados ren (連) bailan por las calles, acompañados de instrumentos tradicionales como los tambores taiko. Los bailarines visten trajes tradicionales del obon. Los hombres visten happi, una prenda más suelta que permite mayor movilidad, mientras que las mujeres visten yukatas y amigasa, sombreros tejidos, y bailan de manera más elegante.
Durante el día, el baile es coreografiado y se le llama nagashi. Pero cuando cae la noche, los bailarines pueden soltarse y cambian a un estilo de danza llamado zomeki. En ese momento incluso se pueden unir los asistentes al festival.
Todos los tontos que bailan
En un ritmo de dos tiempos, hombres y mujeres bailan de manera distinta. Los hombres dan un paso al frente con el pie derecho, luego cruzan el pie derecho por delante del pie izquierdo, y finalmente repiten el proceso con el pie izquierdo. Mientras tanto, mueven sus manos en forma de triángulo por sobre sus cabezas, comenzando por la derecha hasta llegar a la izquierda. Los bailarines adoptan una posición agachada. Los niños y las niñas suelen bailar la versión de los hombres, e incluso hay algunos ren de mujeres jóvenes que continúan bailando esta versión.
Las mujeres, por su parte, realizan un baile similar, aunque más restringido debido a sus yukatas. El paso adelante es más pequeño, pero para compensar dan una pequeña patada hacia atrás. No están agachadas como los hombres, sino que su postura es derecha y sus movimientos son más elegantes, en contraste de los movimientos brutos del baile masculino. Las bailarinas también utilizan geta como parte de su traje, por lo que se paran en la punta del pie en sus sandalias al momento de bailar.

Algunos de los ren con más integrantes también representan un baile llamado yakko odori, o el baile de la cometa. Este baile incluye un bailarín vestido en colores vivos que realiza acrobacias y otros trucos en medio de la danza. En algunas versiones, los bailarines se organizan para fingir que un bailarín está volando la cometa. Para esto, un grupo de hombres se coloca en línea entre el bailarín que representa la cometa y aquel que la controla, representando la cuerda.
Siempre puedes unirte a las festividades
Se dice que el Awa Odori es una danza fácil, y que si levantas tus manos y das un paso hacia adelante, ya estás bailando. Tal y como dice una canción popular de Tokushima, “Tonto el que baila y tonto el que mira, así que ¿por qué no bailar?”
Una gran manera de conectar con la cultura japonesa es participar de estas festividades, incluso solo como un espectador. De esta manera puedes aprender y apreciar las festividades que le dan vida al país nipón.